Artes

“Canción de Navidad”, la obra que da esperanza al público y a las comunidades

06/12/2021

La puesta en escena cumple 22 años presentándose en los escenarios de Caracas. Virginia Aponte dirige a 20 actores de la Universidad Católica Andrés Bello para darle vida a la historia de Charles Dickens. Los fondos recaudados en las presentaciones tienen como destino la Fundación Medatia, un proyecto educativo con sede en Mérida

Fotografía cortesía de Teatro UCAB

La primera vez que la agrupación de teatro de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) presentó la obra Canción de Navidad, original del escritor británico Charles Dickens y adaptada por el comediante caraqueño José Rafael Briceño, fue en 1999. Específicamente durante aquel trágico diciembre para los habitantes del estado Vargas. Este año, enmarcado en un contexto pandémico, el grupo dirigido por Virginia Aponte presenta el clásico navideño en el Teatro UCAB hasta el 12 de diciembre.

La historia, acompañada por canto, efectos especiales y títeres, se centra en el señor Scrooge (interpretado por el actor Wilfredo García), un viejo avaro y miserable que detesta la Navidad y repudia todo intento de celebración. Sin embargo, en Nochebuena Scrooge es visitado por tres espíritus: la Navidad pasada, Navidad presente y Navidad futura. Durante toda la noche experimenta situaciones que mueven sus fibras más profundas, haciéndole ver el lado bueno de la vida. Una vez que vuelve al presente, el anciano es un hombre nuevo: bondadoso y animado por el ambiente festivo.

Para Aponte presentarse en el Teatro UCAB es un milagro. “Después de presentar varias obras, nos convertimos como en ácigos de este lugar”, bromea y continúa: “Aquí estamos. Yo nunca pensé que iba a poner esta pieza aquí”. Por ello, explica la directora, la experiencia es novedosa. “Decidí liberar totalmente el espacio. La obra se convierte en una expresión más centrada en lo esencial, en el mensaje que tiene el texto de Dickens. Y la verdad estoy muy contenta porque, curiosamente, este era el concepto original. Este año, con todas las dificultades que tenemos, dije: voy a ir al nacimiento de la pieza, estoy naciendo otra vez. De 1999 con el deslave al 2021 con la pandemia”, sostiene.

El elenco está compuesto por 20 actores de Teatro UCAB y AGO Teatro. Allí, estudiantes universitarios y egresados de la casa de estudio caraqueña comparten el escenario para brindarle al público una experiencia única. Pero, además de llevar un mensaje de esperanza y de unión, esta puesta en escena tiene un compromiso con la Fundación Medatia, pues los fondos reunidos van directamente al proyecto de educación comunitario fundado en San Rafael de Mucuchíes, estado Mérida, en el año 1995.

“Medatia es una voz de los yukuana que significa ‘todo se puede con la fuerza del querer’. Así hemos mantenido el proyecto en Mérida, donde tenemos la casa que pudimos construir gracias al terreno que nos donó Juan Félix Sánchez frente a su emblemática capilla de piedra. Ahora se están dando talleres porque se formó gente de la zona. Entonces, ellos son los profesores en esa casa con los niños. Y ellos, aunque no tienen computadoras, han podido seguir encontrándose en la sala de la fundación”, agrega la directora.

Fotografía cortesía de Teatro UCAB

Virginia Aponte ha dado clases en la Universidad Católica Andrés Bello durante más de 46 años. Esa experiencia con el teatro universitario, explica la directora, le permitió reformularse el esquema de estudio: “El teatro les permite a los estudiantes encontrarse con su país, y aprender de una manera distinta muchas cosas que no se podían adquirir con el conocimiento normal que se da en la universidad (no lo desprecio porque toda la vida he sido profesora). Aquí hay una libertad distinta y esa libertad les permite a los muchachos irse a todo el país a entregar lo que ellos saben como privilegio”, puntualiza.

Canción de Navidad celebra dos décadas que iniciaron en el Celarg, y que continuó de forma ininterrumpida por varios escenarios caraqueños hasta el 2020. La pandemia de covid-19 frenó de manera temporal a aquel grupo que, en diciembre de 1999, se quitó el maquillaje y vestuario para ayudar a los más afectados por el deslave. “La pieza se presentó mientras que el mismo grupo trabajó en los centros de acopio porque no podíamos perder lo bueno que tiene encontrarnos. Esa fue la primera experiencia de la obra, y ahora el covid. Pero seguimos adelante. Han sido años llenos de posibilidades porque esta pieza mantiene el proyecto de educación que tenemos, Medatia”, añade Aponte.

Pero la pandemia no pudo contra algo más fuerte: la voluntad de crear. Mientras Virginia Aponte se encontraba fuera del país por un viaje, mantuvo contacto y ensayó con los miembros del teatro (incluso con aquellos que han emigrado). Así, este tiempo de aislamiento y soledad, confiesa la directora, fue positivo ya que propició el encuentro. Durante la pandemia han presentado obras tanto de manera presencial como virtual. “Si uno le pone a las cosas lo mejor de sí mismo, todo lo podemos hacer; en todo podemos encontrar maneras de enfrentar cualquier problema. Eso aprendí en esta pandemia”, puntualiza.

Fotografía cortesía de Teatro UCAB

Medatia es una luz que se comparte

Minerva Harrington terminó la universidad este año. Es comunicadora social y desde su primer semestre encontró un hogar en Teatro UCAB donde comenzó su formación como actriz. Ella, así como otros miembros del grupo, es facilitadora de la Fundación Medatia y trabaja en proyectos sociales. Actualmente es la coordinadora de Caracas y su proyecto más reciente fue uno en Catia, en el contexto del Festival de Artes Escénicas Franco Venezolano.

Durante el 2020 y 2021, relata la comunicadora, el desafío era seguir trabajando con las comunidades. Por ejemplo, Casa Nazareth (en la parte alta de Antímano) sufrió un brote de cólera y así, aunado a la pandemia, les fue imposible ir personalmente. Pero el trabajo no paró. A través de dinámicas virtuales siguieron con sus actividades regulares.

“Yo vi la necesidad de hacer algo en pandemia. Los niños no van casi al colegio, no hay actividades, no hay momentos para el encuentro. Y aquí en este último taller que hicimos, aunque manteniendo distancia y adaptando los ejercicios, pudimos realizar un montaje. La obra trataba acerca de las pandemias alrededor del mundo. Ellos actuaban con sus tapabocas, y cada una de esas pandemias dejaba una enseñanza. Fue muy valioso”, recuerda Harrington.

Sobre la importancia de Medatia para la sociedad, la actriz asegura que es un espacio indispensable para el aprendizaje. Además de consolidar valores, los jóvenes se acercan a aspectos técnicos del teatro como actuación, dirección, escenografía y vestuario. Pero, más allá, se trata de fomentar en ellos la certeza de que su voz es escuchada y que sus procesos creativos son válidos.

“Creo que la filosofía de Teatro UCAB va de la mano con Medatia. Nada de lo que aprendes en tu vida lo sabes completamente hasta que lo compartes. Los que estamos dentro de Medatia regalamos a través de la enseñanza la profesión que hacemos. Yo digo que a mí me dieron una lucecita el día que entré, y esa luz me tocó regalarla, pero me devolvieron más brillante. Esa luz es la magia de la verdad escénica. Eso te impulsa. Y esa es la razón por la que Medatia sigue, a pesar de todos los problemas que tenemos, porque nosotros tenemos nuestra realidad, así como los demás”, finaliza Harrington.


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