Fútbol

Venezuela y Ecuador se anulan en el Monumental de Maturín: ¿el empate es un mal resultado?

Fotografía de Federico Parra | AFP

17/11/2023

Si un profesor de física quisiera explicar el principio de acción y reacción a través del fútbol, le valdría el partido entre Venezuela y Ecuador para hacerlo. Durante el quinto encuentro de las Eliminatorias Sudamericanas para clasificar al Mundial de Fútbol 2026, ambos equipos presentaron recursos similares y propiciaron, por tanto, acciones y reacciones similares. ¿El resultado? Ninguno logró sacar ventaja sobre el otro. Empate a cero goles, este jueves 16 de noviembre de 2023. 

El resultado, visto desde la perspectiva matemática y a partir del juego, no deja de ser positivo para La Vinotinto: un punto contra una de las selecciones más regulares del continente. Cuando el partido terminó, las 8 unidades dejaban a Venezuela en el segundo lugar de la clasificación, por detrás de Argentina. Nada mal para un conjunto que está comenzando un nuevo ciclo deportivo. El cierre de la jornada, con las victorias de Colombia y Uruguay, la movió al cuarto lugar.

Sin embargo, limitar la lectura al punto conseguido es omitir que La Vinotinto estuvo más cerca de perderlo que de ganarlo: no sumó una acción clara de gol, mientras Ecuador sí lo hizo. El visitante no logró someterla, pero Venezuela tampoco supo cómo desorganizarla. Esa irregularidad ofensiva, la falta de sociedades que antes sí funcionaron, explican el pulso nulo que se vio en el Estadio Monumental de Maturín. 

¿Venezuela se estanca?

Aunque el 0-0 contra Ecuador es menos estimulante que los resultados positivos previos, no deja de ser importante sumar contra una de las principales selecciones de la región, con un fútbol local competitivo en torneos internacionales y futbolistas llegando a equipos importantes de Europa. Incluso sin estar en su mejor momento deportivo, el equipo visitante no pierde un ápice del prestigio conseguido durante los últimos años.

La Vinotinto empezó el partido con una ausencia importante. Yordan Osorio, con molestias físicas, no fue de la partida. El central es uno de los pernos del sistema. Es capaz de aportar solidez defensiva y salida de balón. En esto último, dentro del abanico de centrales con los que cuenta el equipo, él es diferencial. Christian Makoun lo sustituyó, dejando un rendimiento adecuado. 

La separación temporal entre cada jornada de Eliminatoria Sudamericana expone a los seleccionadores a tener que afrontar múltiples escenarios con poco tiempo de trabajo para reflexionar sobre ellos. Hasta el momento, Yordan Osorio ha sido uno de los pilares de Fernando Batista en La Vinotinto. Sin él en cancha, el equipo perdió fluidez en la salida de balón, pero no deslució en defensa. Esto es parte de una conclusión que, más adelante, en otra etapa de la Eliminatoria, puede ser útil en el largo viaje que aún le queda a La Vinotinto. 

Fernando Batista desea un equipo bien parado en el fondo y que pueda salir rápido para atacar espacios vacíos. Con el pasar de los partidos, y la confianza que los resultados positivos deben haber generado en el conjunto, ese plan de juego va estabilizándose. Contar con piezas que puedan adecuarse a esa idea sin ser titulares es clave. Conviene tener en cuenta que esa estabilidad defensiva vista contra Ecuador, más allá de algún ‘pero’ que pueda mencionarse, guarda relación con que el rival tampoco le exigió en demasía.

La diferencia, en relación con otros procesos, es que incluso en escenarios en los que el adversario hacía poco para ganar los partidos, le valía. Sobrevivir a estos juegos en los que no abundan las ideas y el talento individual de futbolistas como Yeferson Soteldo no bastan para encender al colectivo, también es parte de la confianza y la competitividad que La Vinotinto necesita seguir construyendo. 

Fotografía de Federico Parra | AFP

El medio campo de la Vinotinto

Otra de las novedades de Venezuela fue Cristian Cásseres Jr. El futbolista está ofreciendo un buen rendimiento en Francia. Pero no había contado con un rol protagónico en La Vinotinto. Al igual que Makoun, ofreció un mejor rendimiento en fase defensiva que cuando el equipo debía atacar. En relación con sus compañeros, Yangel Herrera y José Martínez, el futbolista no pareció incomodarlos, tampoco potenciarlos. 

¿Lo anterior debe preocupar? El futuro del centro del campo de La Vinotinto debería pasar más por futbolistas como Cristian Cásseres Jr. antes que por otros que ya formaron parte de varios procesos previos. Las sociedades deportivas, al igual que cualquier otro vínculo humano, necesitan tiempo para asentarse; si puede ser en juegos con puntos en disputa, mejor aún. Esto también cuenta como gestión de grupo y dirección de un equipo: pensar más allá del presente.

Sin brillar, incluso ofreciendo tramos de juego planos (al igual que Ecuador), La Vinotinto sigue sumando unidades y se lleva alguna certeza en relación con el futuro. Por otro lado, convendrá revisar la actuación de los laterales, Alexander González y Miguel Navarro. Ninguno pudo sumarse con frecuencia al ataque, algo que condicionó la altura en la cancha de Venezuela; quizá porque la orden fue evitar dejar espacios por los cuales Ecuador pudiera hacer daño. 

En cualquier caso, parece evidente que Venezuela necesita de sus laterales para ganar diversidad en ataque. El equipo sigue encontrando algunas respuestas positivas, manejando adversidades y escenarios en los que luce inferior de buena manera. El próximo martes, contra Perú, último de la clasificación y sin goles anotados, será interesante ver la actitud de la selección y cuán capaz es de aprovechar un mal momento de su rival. Ese día, de visitante y teniendo en cuenta cómo llegan ambos conjuntos, no deberían chocar dos fuerzas iguales.


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