Tecnología

Pioneros de Google y Facebook se unen para proteger a los niños de la adicción a la tecnología

08/02/2018

Un grupo de fundadores de esas redes sociales lanzan una gran campaña que busca reducir la adicción a la tecnología. Sus inventos, alertan, manipulan de forma masiva a los usuarios, en particular a los niños.

Los celulares están diseñados para crear adicción, denuncian sus propios creadores. Photo Illustration by Thomas Trutschel/Photothek vía Getty Images

Alertar sobre lo fácil que es que nuestro cerebro, y más todavía el de los niños, quede “secuestrado” a merced de los teléfonos inteligentes o las redes sociales. Ese es el objectivo del grupo de fundadores de empresas tecnológicas al lanzar el Centro para Humanizar la Tecnología: “Lo que percibimos como una adicción es parte de algo mucho más grande. Es parte de un problema invisible que afecta a toda la sociedad. Facebook, Twitter, Instagram y Google han creado productos que han tenido un impacto positivo en todo el mundo. Pero estas empresas también han creado una carrera por nuestra atención infinita. Lo necesitan para hacer dinero. Forzados a rendir más que su competencia, usan técnicas de persuasión para mantenernos pegados”, señalan estos disidentes en su manifiesto fundacional.

“No son productos neutrales. Están diseñados para crear adicción”, recalcan.

¿Cómo lo hacen? Algunos ejemplos que mencionan en su manifiesto son:

Snapchat convierte nuestras conversaciones en rayitas. Los niños ahora miden así su amistad. Justin Rosenstein, el ingeniero de Facebook que creó el botón ‘Me gusta’ y que recientemente lanzó un duro alegato contra su ex compañía, compara la aplicación Snapchat con la heroína y tiene bloqueadas aplicaciones y redes sociales en su celular.

Instagram glorifica la vida perfecta, erosionando el autoestima.

Facebook nos segrega, fragmentando comunidades.

YouTube emite automáticamente un video tras otro, secuestrando nuestra atención.

El grupo prepara su primer acto público el próximo miércoles en Washington DC en un acto titulado “ La verdad sobre la tecnología: Cómo consigue tener a los niños enganchados”. La campaña, que cuenta con una financiación de siete millones de dólares, más 50 millones de dólares para emitir anuncios de televisión, quiere llegar a 55,000 escuelas de EEUU para educar a los estudiantes, padres y profesores sobre los peligros de la tecnología, incluido el riesgo de padecer depresión a causa de un uso intenso de redes sociales.

Poner la tecnología al servicio de la humanidad es el objetivo de este nuevo grupo.

La llamada de atención no es nueva. Hace solo unos días Tim Cook, consejero delegado de Apple, señalaba que prefería que su sobrino se mantuviese lejos de las redes sociales. En enero, dos grandes inversores de Wall Street pidieron a Apple estudiar los efectos de sus productos en la salud y que sea más fácil que los usuarios limiten el uso del iPhone e Ipad. Por otro lado, expertos en salud mental pidieron a Facebook la semana pasada que abandonase un servicio de mensajería para niños de 6 y más años. Grupos de padres también llamaron la atención sobre YouTube Kids, un producto dirigido a los niños con contenido controvertido.

Sean Parker, uno de los fundadores de Facebook, dijo a finales de año que “solo Dios sabe lo que Facebook está haciendo al cerebro de nuestros hijos”. Parker, que fue el primer presidente de Facebook, dijo que todos en esta plataforma eran conscientes desde el principio de que estaban creando algo adictivo, que se aprovechaba de una vulnerabilidad en la psicología humana. “Literalmente cambia tu relación con la sociedad. Probablemente interfiere con la productividad de maneras extrañas”, dijo.

Mientras tanto Roger MacNamee, uno de los primeros inversores de la compañía y mentor de Mark Zuckerberg, el fundador, dijo que cree que Facebook “ha combinado conscientemente la tecnología contécnicas de persuasión desarrolladas por propagandistas y la industria del juego en formas que amenazan la salud pública y la democracia”.

El paralelismo con el tabaco

El colectivo busca crear un grupo de presión como el que fue arrinconando a la industria del tabaco. La comparación no es vana. Su nocividad es tal que algunos establecen un paralelismo entre la industria de la tecnología y las tabacaleras antes de que saliera a la luz el vínculo entre el tabaco y el cáncer.

Tecnologías como el popular botón ‘Me gusta’ de Facebook buscan atrapar todo el tiempo y atención posible de los usuarios. Luchar contra este secuestro es la cruzada que emprendió Tristan Harris, un ex empleado de Google al que algunos llaman la ‘conciencia de Silicon Valley’ y que insiste en que nuestra capacidad de elección está, en realidad, muy limitada, aunque no nos demos cuenta de ello. “Está cambiando nuestra democracia, nuestra capacidad de mantener conversaciones y relaciones”, señala. Este pionero, fundador de la organización Tiempo bien empleado busca convencer a los fabricantes para que sus artículos sean menos adictivos, y alerta de que un minúsculo número de diseñadores con un perfil demográfico muy similar – hombres blancos de entre 25 y 35 años que trabajan en la bahía de San Francisco para Google, Apple y Facebook– tienen un gigantesco impacto en todo el mundo.

Nuestra fuerza de voluntad, argumentan las voces críticas, se encuentra frente a un enemigo formidable. Las ganas irresistibles de mirar el teléfono son una reacción natural ante las aplicaciones y webs diseñadas para que pinchemos cuantas más veces mejor. “Hay 1,000 personas al otro lado de la pantalla cuyo trabajo es echar por tierra cualquier responsabilidad que yo pueda mantener”, dice Harris“Es como decirle a la gente que haga más ejercicio mientras le das a elegir entre un Big Mac y un Quarter Pounder a la hora de comer”, sostiene.

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Este texto fue publicado originalmente en Univisión Noticias.


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