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Países emergentes en crisis, de nuevo

15/10/2018

Fotografía de picture-alliance/AP Photo/F. Lisnawati

El jefe de Estado pakistaní, Imran Khan, anunció durante su campaña electoral que antes se suicidaría que pedir dinero prestado en el extranjero. Ahora tendrá que enfrentar la realidad: su ministro de Finanzas, Asad Umar, ya ha hablado sobre una posible financiación con la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.

El ejemplo de Pakistán refleja lo que el FMI advirtió este 10 de octubre de 2018 en su informe sobre la estabilidad de los mercados financieros: una mayor vulnerabilidad de los mercados emergentes sería un riesgo significativo para la economía mundial. Pakistán no sería el primer país en tener que pedir dinero prestado al Fondo Monetario Mundial por estos días. El FMI le prestó este año a Argentina 50 mil millones de dólares. En Turquía, por su parte, la inflación está disparada. Desde septiembre, los precios al consumidor han aumentado casi un 25%. Y Brasil tiene un déficit presupuestario de 7.6% de su producción económica, el mayor déficit presupuestario del mundo, advierten expertos de JP Morgan.

Sin embargo, Michael Hüther, director del Instituto alemán de Negocios (IDW), con sede en Colonia, precisa que «no hay una crisis de mercados emergentes, sino en algunos países”. A su juicio, la diferencia con una crisis amplia es que este no es un proceso que apareció súbitamente, La crisis de los países emergentes asiáticos en 1997 fue diferente: «Allí se produjo una reevaluación repentina, porque de pronto quedó en evidencia que algo no encajaba”.

Las razones son obvias

A mediados de septiembre, la Reserva Federal de EE.UU. elevó por tercera vez las tasas de interés, al 2,25%. Y se espera un nuevo aumento en diciembre. A medida que aumentan las tasas de interés, los inversionistas retiran su dinero de los mercados emergentes para llevarlo a Estados Unidos. Esto no es una señal de crisis, acota Hüther, pero sí muestra «que los países no pueden mantener el capital”. Si bien el flujo de salida no es repentino, como en 1997, provoca una devaluación de la moneda y aumenta las dificultades en ciertos países emergentes.

Si los intereses suben, aumenta el costo de los créditos. Además, el dólar estadounidense y el euro se mantienen fuertes, gracias al buen desempeño económico en sus regiones. Peor aún: algunos países se endeudaron sobremanera aprovechando las bajas tasas de intereses. Deudas adquiridas en el exterior que ahora tienen que pagar, recuerda Hüther. La apreciación del dólar y del euro frente a las monedas de los países emergentes crea ahora allí un «problema de financiación”.

Mercados emergentes y economía global

Las economías emergentes representan actualmente alrededor del 40% del producto interno bruto (PIB) mundial, según el FMI. El Landesbank Baden Württemberg, habla incluso de una contribución a la economía mundial del 59%. Los últimos 15 años han sido una «historia de crecimiento» para las economías emergentes del Este de Asia, América Latina y Europa oriental, dice Hüther. «Pero este proceso ya terminó», cree el director del Instituto alemán de Negocios. Aunque hay algo importante, concluye Hüther: «a pesar de que la dinámica de China predomina, las economías emergentes han ganado considerable peso”.

Nicolas Martin (jov/er)


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