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Karl Lagerfeld: la muerte de un ícono del mundo de la moda

20/02/2019

Durante 30 años diseñó colecciones, fotografió, ideó campañas publicitarias. Lagerfeld fue un maestro en tantos campos que es difícil abarcar toda su obra. Este 19 de febrero, el icono de la moda murió a sus 85 años.

«Me importa un pepino. Yo, de todos modos, me siento joven», acostumbraba a responder Karl Lagerfeld a preguntas sobre su edad. El «zar de la moda”, que se sentía eternamente joven, murió este 19 de febrero en París, la ciudad que lo acogió desde muy joven. Lo confirmó Chanel, la casa de modas de la que fue su director creativo durante décadas.

La edad de Karl Lagerfeld estaba llena de conjeturas. ¿Cumplió realmente 85 años el 10 de septiembre de 2018?, ¿83 o solo 80? ¿Nació, de verdad, el 10 de septiembre? Él mismo no lo sabía. Su partida de nacimiento se quemó en el bombardeo de su casa en Altona, Hamburgo, durante la II Guerra Mundial, le contó una vez al periodista Paul Sahner en 2018. Mientras Lagerfeld decía haber nacido en 1935, un registro bautismal sugiere que fue en 1933.

Niño de una buena familia

Karl Lagerfeld nació en el seno de una familia adinerada. El padre era productor de leche enlatada y vivía con su esposa, Karl y su hermana en Blankenese, uno de los barrios más finos de Hamburgo. Karl pasó una niñez en medio de aristócratas, bellas villas y parques bien cuidados. Cuando Hamburgo fue bombardeada en julio de 1944, la familia se mudó a su finca en Schleswig-Holstein. Allí, en el campo, pasó la mayor parte de su infancia, atraído por sus orígenes, su sentido de la ropa inusual y el largo cabello entre los simples niños campesinos.

Pero el pequeño Karl siempre fue una figura muy singular: incluso antes de iniciar su escuela aprendió inglés y francés; y en el ático de su casa pasaba horas imitando los dibujos de Simplicissimus, una legendaria revista satírica que caricaturizaba al militarismo prusiano y las rígidas clases sociales alemanes de la época.

Durante su tiempo en Hamburgo, en lugar de ir a la escuela, prefería ir al museo de arte. Su fascinación por los pintores franceses lo llevaron a aprender francés y a pensar en París como su Mecca, le cuenta a Gero von Boehm en el documental «Alemania, tus artistas: Karl Lagerfeld», en 2014.

París, «El Dorado” para el joven diseñador de moda

En 1950, después de haber presenciado un desfile de moda de Dior, el joven decidió que París era el lugar en donde quería vivir, a donde, en efecto, se mudó con su madre tres años más tarde. Para el futuro modisto, la metrópolis de la moda a orillas del Sena era la ciudad perfecta. Tenía apenas 20 años, cuando ganó su primer concurso, con el diseño de un abrigo. Su competidor Yves Saint Laurent ocupó el tercer lugar.

Pocos años más tarde, comenzó a trabajar con Pierre Balmain y Jean Patou. Su éxito lo lleva, en 1963, a ser director artístico, por primera vez: en Chloé, él mismo marca las tendencias. En 1967 creó el «look total», la unidad de ropa y accesorios. También a Fendi, de Roma, le gustó lo que el joven diseñador alemán creaba, y lo contrató a mediados de la década de 1960 para su colección de pieles y cueros. En 1976, Lagerfeld asume su famosa pinta de dandy. El siglo XVIII y el Art Deco los declaraba como sus estilos preferidos. Hasta el día de su muerte, su estilo de vestimenta, la trenza y las grandes gafas de sol oscuras fueron sus marcas distintivas.

Cuando Karl Lagerfeld no estaba trabajando en nuevos diseños, iba a los cafés y librerías de Saint Germain des Prés. Allí compraba varios libros a la semana, que eran, además de la moda, su mayor pasión. Poseía una colección de unos 300.000, que incluyen libros ilustrados sobre moda y arte, pero también poesía. «Mi fin de semana favorito es cuando puedo mirar mis libros, hojear, leer, tomar notas, soñar despierto, dibujar y dormir hasta no saber qué hora es”, decía el zar de la moda.

En 1983, Lagerfeld fue nombrado director creativo de Chanel. Una casa de moda que él moderniza con sus colecciones más atractivas para las mujeres más jóvenes.

Utiliza nuevos colores, modifica los cortes, trabaja con otros tejidos. ¿Chanel sin Lagerfeld? Inimaginable. En 1984, fundó «Karl Lagerfeld», su propia marca, que ofrece desde ropa para hombres y mujeres hasta moda y accesorios para niños.

Vanidoso, sarcástico y multifacético

Desde 1987, Lagerfeld empezó a fotografiar. Entonces diseñó campañas publicitarias y realizó cortometrajes para varias compañías de moda. Él siempre buscaba nuevo retos: diseñar un hotel en China o fundar un editorial, por ejemplo. «Si uno se conforma con lo que ha hecho, ya está perdido”, decía.

Tras la muerte de su pareja, Jacques de Bascher, en 1989, Lagerfeld se sumió más en su trabajo. Creó varias colecciones bajo su propio nombre y abrió la «Galería Lagerfeld» en París, que es, a la vez, un salón de moda y una galería de fotos. En 2000, tomó la decisión de hacer una dieta, demostrando su voluntad de hierro: perdió 42 kilos de peso en solo 13 meses. Quería adaptarse a los trajes ajustados de Dior, de Hedi Slimane, le confesó a Paul Sahner.

Karl Lagerfeld era conocido por su forma franca de expresarse: en el programa de televisión francés «Salut les Terriens» en el canal C8, el diseñador criticó en 2017  que la canciller alemana hubiera recibido a los solicitantes de asilo sirios en 2015. Su rechazo a Angela Merkel fue tal, que amenazó con renunciar a su ciudadanía alemana.

Lagerfeld, una obra de arte misma

Karl Lagerfeld era un «Gesamtkunstwerk” (una obra de arte completa), como una vez dijo de sí mismo. Una «abstracción» llena de contradicciones: era vanidoso y autoritario por un lado, y mostraba autoironía y calidez por el otro.

Lo que hizo por el mundo de la moda es indiscutible. Y no solo el mundo de la moda lamenta su partida.

(jov/cp)


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