José Raúl Mulino, nuevo presidente electo de Panamá

Con 34.39% de los votos, José Raúl Mulino fue elegido como el nuevo presidente de Panamá este 5 de mayo. Mulino es el candidato que fue designado para sustituir al aspirante original del partido Realizando Metas, Ricardo Martinelli, quien se encuentra asilado en la embajada de Nicaragua, luego de ser inhabilitado políticamente por una condena de más de 10 años por blanqueo de dinero. 

Durante una tensa espera de 48 horas antes de que las urnas se abrieran, no se sabía con seguridad si la candidatura de José Raúl Mulino se mantendría. Sin embargo, en una sesión judicial de alta intensidad, el pleno de nueve magistrados de la Corte Suprema de Justicia finalmente emitió su veredicto durante la madrugada del viernes, dando luz verde al así llamado «delfín» político de Ricardo Martinelli para competir en las elecciones del domingo. 

Con el 25.02% de los votos, Ricardo Lombana, el candidato presidencial del Movimiento Otro Camino (Moca), que se destacó por su enfoque de combate a la corrupción durante su campaña, llegó en segundo lugar. 

Mulino es una cara conocida de la política de Panamá. Jugó un papel importante en la caída del General Manuel Antonio Noriega, quien gobernó de facto entre 1983 y 1989, cuando fue derrocado y capturado por las tropas estadounidenses que invadieron Panamá, iendo acusado de narcotráfico. Falleció a los 83 años en Ciudad de Panamá, luego de haber estado en prisión en los Estados Unidos y posteriormente en Francia.

En 1990, José Raúl Mulino fue viceministro de Relaciones Exteriores, y cuatro años más tarde sirvió como canciller de Panamá. Entre 1994 y 1996 fue magistrado suplente de la sala de lo civil de la Corte Suprema. También se ha desempeñado como Ministro de Gobierno y Justicia y como Ministro de Seguridad Pública. 

En 2014 fue acusado de corrupción en relación a una compra de radares a la empresa Selex, filial de la empresa italiana Finmeccanica, por la cual presuntamente recibió comisiones. Fue encarcelado de manera preventiva durante 7 meses, pero posteriormente la causa fue anulada y Mulino fue puesto en libertad por el Segundo Tribunal Superior.

En las elecciones panameñas de este domingo, más de 3 millones de ciudadanos fueron convocados a las urnas para elegir a los ocupantes de 885 cargos públicos. Además de la elección presidencial también se elegieron los cargos de vicepresidente, 20 diputados al Parlamento Centroamericano (Parlacen), 71 diputados a la Asamblea Nacional, 81 alcaldes, 701 representantes de corregimiento y 11 concejales, junto con sus respectivos suplentes, en 3.035 centros electorales en todo el país.

La campaña electoral estuvo enmarcada en varios temas, incluyendo la crisis económica, migratoria e hídrica que actualmente atraviesa el país.  

La gestión de la crisis sanitaria por parte del gobierno saliente de Laurentino Cortizo ha sido objeto de intensos escrutinios, marcada por un cierre casi total de la economía en 2020 y una serie de medidas de apoyo económico que, si bien estuvieron destinadas a mitigar el impacto económico de la pandemia, han sido objeto de distintos tipos de acusaciones entre las que se encuentra el exacerbar la carga de la deuda pública. 

Asimismo, la economía panameña, que anteriormente mostraba un vigoroso crecimiento, ahora se enfrenta a proyecciones notablemente disminuidas, con una estimación de un 2,5% de crecimiento económico para este año, en comparación con el 7,5% registrado en 2023.

Panamá y Colombia continúan enfrentando la crisis humanitaria alrededor del llamado “Tapón del Darién”, donde grupos armados dominan el tráfico de personas en una zona que registra el paso constante de cientos de miles de migrantes. 

En cuanto al tema migratorio, Mulino ha sido criticado por otros candidatos por su fuerte postura contra la migración, por la que es acusado de pretender actuar de manera unilateral y no mediante acuerdos diplomáticos con otros países. Entre sus promesas de campaña, Mulino ha afirmado que cerrará la frontera y expulsará a los migrantes que violen las leyes de Panamá. Sostiene que no permitirá que “miles de personas ingresen ilegalmente” al país “sin ningún tipo de control». 

Por otro lado, la crisis hídrica en el canal Panamá ha añadido una capa adicional de preocupación. Las restricciones al paso de buques por falta de agua en el canal han impactado directamente los ingresos nacionales, mientras que el cierre de la gran mina Cobre Panamá, que contribuía significativamente al PIB del país, ha exacerbado aún más las tensiones económicas.