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Insultar en Alemania te puede llevar a la comisaría

04/12/2018

En Alemania, dirigir injurias a otra persona puede acarrearle sanciones económicas. Y si el ofendido es policía, peor.

Una simple palabra puede costar caro en Alemania. En una discusión de tránsito, llamar a alguien «idiota» puede derivar en una costosa multa de 1.500 euros. Incluso los pequeños intercambios de injurias son motivo suficiente para levantar una demanda en la comisaría. Son innumerables los procesos por ofensas en este país.

Mostrar la lengua a otro conductor puede conllevar una multa de 150 euros. Ofender a policías con la expresión «Du Mädchen!» (¡Tú, niña!) puede costar 200 euros. Cada expresión corresponde a un nivel de multa diferente, pero las multas no son fijas. Ofender a alquien llamándolo «Alte Sau» (algo así como «bastardo») puede costar 2 mil euros.

No sólo insultos, también los gestos obscenos son motivo de quejas policiales. Cortar manga o mostrar el dedo medio (Stinkefinger) cuesta aún más caro: 4 mil euros. Para quien golpea el dedo índice en la cabeza, un gesto para insinuar que la otra persona está loca o no sabe lo que está haciendo, la multa es de 750 euros.

La justicia es rigurosa con quien se expresa espontáneamente con gestos considerados ofensivos. Ante el juez, no sirve de argumentar que, en realidad, uno se estaba secando el sudor de la frente cuando fue acusado de cortar manga a la persona ofendida.

Una simple discusión puede costar muy caro, pero no es motivo de prisión. La multa es generalmente aplicada para casos en que una autoridad, como un policía, es ofendida con una palabra o un gesto. No se atreva a tratar a un policía con el informal «Du» (tú) en lugar de «Sie» (usted). La multa es de 600 euros.

Para casos entre civiles, las posibilidades de que las demandas lleguen a juicio son pocas. A menudo, las quejas son rechazadas por las fiscalías.


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