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“Con la creación del Hospital de las Emociones se han salvado cerca de 2.000 vidas de jóvenes de la Ciudad de México”

02/04/2018

Fotografía de cdmx.gob.mx

Política pública para prevenir riesgos. Este es el objetivo del Hospital de las Emociones de la Ciudad de México que pretende prevenir violencia, adicciones, embarazos en adolescentes, ansiedad y depresión que puede derivar en abandono escolar, suicidio y conductas delictivas de los jóvenes de la ciudad.

Deutsche Welle conversó con la Directora General del Instituto de Juventud de México, María Fernanda Olvera, con motivo de la presentación de dicha iniciativa, en el Global Festival of Action que se llevó a cabo del 21 al 23 de marzo en Bonn, Alemania. Dedicado a dar visibilidad a las diferentes acciones que se están llevando a cabo en el mundo sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, el festival reconoció la iniciativa mexicana, enmarcada en el objetivo dedicado a la Salud y el Bienestar.

Deutsche Welle: ¿Cómo surge la idea del Hospital de las Emociones?

María Fernanda Olvera: El campo de salud emocional había estado muy olvidado. En 2015, el Instituto de Juventud de México realizó un estudio a 1.675 jóvenes de las 16 delegaciones de la Ciudad de México a través de la Consulta de Tendencias Juveniles’ con el fin de conocer sus principales demandas en cuanto a salud emocional. Más del 50% de los encuestados presentó infelicidad e inestabilidad emocional.

A partir de la implementación del Hospital de las Emociones se ha visto la verdadera necesidad de la salud emocional en toda la población y del impacto que tiene invertir en la misma. Con la creación del Hospital de las Emociones hasta la fecha se han salvado 1.811 personas jóvenes que acudieron por ideación e intento suicida.

¿Qué dificultades se tuvieron que afrontar para llevarlo a cabo?

En el plano interinstitucional ninguna. Sin embargo, en el aspecto social, todavía se estigmatiza a quien pide ayuda. La sociedad señala con mucha dureza a quienes sufren y no logran salir adelante por cuenta propia, a quienes viven con alguna adicción, a las mujeres que luchan por sobrevivir siendo madres, hijas, trabajadoras y solteras a la vez, a los padres de hijos con diferente identidad de género o sexual… Lo que más nos importa es que los adolescentes y jóvenes de este momento cuenten con todas las herramientas para tomar mejores decisiones respecto a su presente y futuro. Por esta razón es tan importante recibir terapia especializada y gratuita de manera oportuna.

Tras la puesta en marcha del primer Hospital de las Emociones en 2016, se ha dado inicio a otro hospital y a tres centros emocionales repartidos en varias áreas de la ciudad. ¿Qué diferencia hay entre los Hospitales de las Emociones y los centros emocionales?

En los Hospitales de las Emociones todo el inmueble está destinado completamente a otorgar al apoyo psicológico a las personas jóvenes, a diferencia de los Centros de Salud Emocional que se encuentran en algún inmueble que además de ofrecer apoyo psicológico, ofrece otros servicios independientes a Salud Emocional y únicamente tiene un espacio determinado. En ambos se ofrecen los mismos servicios de acuerdo al Modelo Único de Atención Psicológica.

Desde su puesta en marcha se han atendido a 21.414 mujeres y a 14.117 hombres de edades que oscilan entre los 12 y 29 años. ¿Por qué las mujeres son más vulnerables a este tipo de problemas psicológicos?

Además de la situación estadística, en la cual somos más mujeres que hombres a nivel poblacional, los estudios revelan que las mujeres suelen pedir más ayuda, nos educan de manera en que una mujer, siempre que lo necesite, puede pedir ayuda sin ser juzgada, a diferencia de los hombres que se deben hacer fuertes ante situaciones emocionales.

Además de jóvenes, miles de padres también han sido usuarios del servicio. ¿Qué tipo de trabajo se lleva a cabo con las familias?

Las familias forman parte activa de los procesos de los chicos desde su inicio, se trabajan como un medio protector ante conductas de riesgo y se hacen cambios cuando la familia es parte de los mismos riesgos. En el hospital de las emociones se trabajan grupos reflexivos guiados por terapeutas expertos para los padres y en general personas que tienen contacto con los jóvenes, en ellos comparten sus experiencias con los jóvenes y reciben retroalimentación de las mismas.

No sólo se ha logrado mejorar la vida de las personas jóvenes que asisten al servicio, sino de sus padres, familias y todas las personas que se encuentren a su alrededor.

Otro dato para remarcar es el número de atenciones por sismo. ¿En qué consisten?

El pasado 19 de septiembre de 2017 un sismo de magnitud 7,1 azotó el centro del país trayendo consigo múltiples problemáticas y dentro de las cuales destacaron problemas psicológicos en las personas que vivieron de cerca este desastre natural. Este caso fue extraordinario y se ofrecieron 1.493 servicios a personas de todas las edades.

Las atenciones posteriores al sismo consintieron en una atención en crisis, se trabajó con la incertidumbre, pérdida de seres queridos, inmuebles e incluso que no sabían cómo volver a la normalidad después de que hubo muchas personas afectadas. Actualmente se trabaja con el estrés después del trauma, ansiedad y el miedo a temblores futuros.

¿Cuáles son los retos de futuro?

Continuar con los trabajos de habilitación de los siguientes Hospitales de las Emociones. La intención es que cada una de las 16 delegaciones que integran la Ciudad de México cuente con su Hospital de las Emociones. Se tiene planeado poder inaugurar el tercer Hospital de las Emociones de Tláhuac el próximo mes de septiembre.

Estamos trabajando en reformar la Ley de Salud Mental de la Ciudad de México con la finalidad de volver una obligación del estado el ofrecer atención psicológica a las personas jóvenes de la Ciudad de México.

Diversos estados de la República Mexicana como Durango, Coahuila, Sinaloa, entre otros, se han acercado a nosotros para cuestionarnos sobre el proceso para poder crear, diseñar e implementar esta política pública. Sin embargo, el tema presupuestal es un problema que detiene mucho esta iniciativa.

La demanda va en considerable aumento y es necesario incluir más presupuesto para lograr tener un campo de acción mayor. Injuve gastó 4.600.000 pesos (un poco más de 200.000 euros) en atender a 32.124 jóvenes.

Autora: Judit Alonso (FEW)


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