ActualidadSalud

Calor, frío o humedad: ¿qué necesitan los virus para sobrevivir?

Una funcionaria del Departamento de Salud de Tanzania evalúa a un pasajero extranjero que llega al Aeropuerto Internacional de Kilimanjaro (KIA) en el norte de Tanzania, tomando medidas para frenar la propagación del coronavirus COVID-19. Fotografía de Filbert Rweyemamu | AFP

28/02/2020

¿Acabarán las altas temperaturas con el coronavirus? Podría ser, y el virólogo alemán Thomas Pietschmann explica por qué. Además, analiza por qué las mujeres combaten con más eficacia a ese microorganismo.

Hay quien  tiene la esperanza de que, con un poco de suerte, el nuevo coronavirus se comporte como el de la gripe estacional. Si eso ocurre así, las temperaturas en ascenso de la primavera boreal acabarán con el microorganismo, y la pesadilla del coronavirus quedará atrás, como ocurre cada año con la ola de gripe cuando el invierno se aproxima a su final. Esa es la esperanza. Pero virólogos como Thomas Pietschmann aseguran que «en sentido estricto y de forma honesta» no podemos decir si el se comportará así «porque no conocemos el patógeno». Pietschmann es virólogo molecular e investiga en Twincore (Hannover), un centro para la investigación experimental y clínica de infecciones.

Un virus desconocido

«Lo especial de este virus es que los humanos nos vemos por primera vez confrontados con él. Por los datos que conocemos de China, no podemos conclur si el virus se transmitió tan solo una vez de animal a persona y se expandió a partir de ahí”, dice Pietschmann. En otras palabras: al contrario que los virus de la gripe, con los que prácticamente todo el mundo ha tenido contacto en alguna ocasión, nuestro sistema inmunológico no está preparado para el nuevo coronavirus. A ello hay que añadir que las condiciones del hemisferio norte son ahora mismo perfectas para la rápida propagación del germen. En primer lugar, por la temperatura. Los virus respiratorios sobreviven mejor cuando hace fresco, porque «tienen una mayor estabilidad. Sucede como con los alimentos, que se mantienen durante más tiempo en el refrigerador», explica Pietschmann.

Frío y seco, por favor

Cuanto más calor hace, más difícil es que sobrevivan muchos virus. «El coronavirus está rodeado de una capa lípida,es decir, grasa, que no es muy resistente al calor”, dice Pietschmann. «Otros virus, como el norovirus, son mucho más estables, porque constan sobre todo de proteínas y material genético». En el caso de otros patógenos, la temperatura juega un papel secundario. Es el caso del virus del dengue, en las regiones tropicales y subtropicales. No es que el virus del dengue prefiera el calor, sino que las zonas cálidas son las favoritas de los mosquitos que lo transmiten.

La humedad del aire también influye mucho en la propagación de los virus respiratorios. Cuando el microorganismo sale expulsado de las vías respiratorias tras un violento estornudo, queda suspendido en el aire. «En los días fríos y secos de invierno, las secreciones permanecen más tiempo que cuando hay una humedad elevada”, dice Pietschmann. De esta manera, los patógenos se propagan rápidamente. Primero lo hacen silenciosamente, en secreto. Pueden pasar hasta varias semanas hasta que hacen acto de presencia los primeros síntomas de la enfermedad. El período de incubación puede variar dependiendo de las características y de la biología del virus.

Las mujeres juegan con ventaja

Fiebre, dolores y escalofríos son los típicos síntomas de una enfermedad producida por un virus y señal de que el cuerpo está combatiendo al intruso. El éxito de esta batalla dependerá no solo de la edad y el estado de salud de la persona infectada, sino también de su sexo. También en el caso del nuevo coronavirus, la cifras demuestran que las mujeres tienen mejores cartas para combatirlo que los hombres. La tasa de mortalidad masculina está en el 2,8 por ciento, claramente superior al 1,7 por ciento de las mujeres. «Eso tiene, por un lado, razones genéticas», dice Pietschmann, «porque algunos genes inmunológicamente relevantes responsables, por ejemplo, de reconocer al patógeno, se codifican en el cromosoma X”. Como las mujeres tienen dos cromosomas X y los hombres solo uno, las féminas se encuentran aquí en una situación de ventaja. Según Pietschmann, también el estrógeno, la hormona sexual femenina, ayuda a las mujeres a defenderse contra las enfermedades provocadas por virus.

(ms/cp)


ARTÍCULOS MÁS RECIENTES DEL AUTOR

Suscríbete al boletín

No te pierdas la información más importante de PRODAVINCI en tu buzón de correo