Las culebras de Caracas

La ciudad vista desde los ojos de los niños

Fotografía de Andrés Castro

Fotografía de Andrés Castro

Por Oriana Medina Yssa y Santiago García Zubillaga | Mi Convive


“Son las culebras que muerden, escupen veneno y matan gente. Les tengo mucho miedo”

Lo dijo Ignacio, un niño de 8 años que vive en el sector de El Cementerio en la ciudad Caracas, mientras dibujaba las cosas que no le gustaban de su comunidad. En su dibujo (mostrado abajo) expuso: imágenes de culebras (1), a su familia llorando (2) y sin dinero para comprar comida (3), peleas en su comunidad (4), y enfrentamientos violentos entre bandas y policías (5). Imágenes que revelan una realidad compleja y difícil para la vida de cualquier niño, pero cotidiana en las calles donde juega Ignacio.

Dibujo realizado por Ignacio sobre lo que no le gusta de su comunidad.

Dibujo realizado por Ignacio sobre lo que no le gusta de su comunidad.

En Caracas, “una culebra” hace referencia a las disputas que ocurren entre personas. En su mayoría, entre jóvenes varones que residen en comunidades populares. Las culebras son conocidas por crear marcados ciclos de violencia. El asesinato de alguien, muchas veces lleva a sus familiares y amigos a jurar venganza por su muerte. Más adelante, otra familia busca vengarse de regreso. Este ciclo genera conflictos mortales que pasan de generación en generación.

Ignacio escucha a diario a sus familiares y conocidos decir frases como: “Tienes una culebra” o “lo mató una culebra”. Escucharlas le ha hecho creer que existen animales peligrosos que matan a las personas en su comunidad. “Culebras” que lo hacen vivir con el miedo constante de que sus familiares puedan ser las próximas víctimas.   


Fotografía de Abraham Viera

Fotografía de Abraham Viera

Los dibujos de los niños

Ignacio no es el único que vive esta situación. En la Cota 905 y en la comunidad vecina de El Cementerio existen centenas de niños constantemente expuestos a la violencia armada.

Con el objeto de entender cómo perciben las calles de su vecindario, se le solicitó a un grupo de niños que dibujasen diferentes aspectos del lugar donde viven. Específicamente se les pidió que dibujaran aquello que no les gusta de su comunidad.

Al hacerlo, demostraron tener un conocimiento preciso sobre tipos de armas, drogas y su consumo, así como de las formas de violencia que, a más de uno, le ha quitado a familiares o amigos.

Estas imágenes, donde se exponen “las culebras” de su comunidad, reflejan la dureza de su día a día. Caracas es una de las ciudades más violentas del planeta, con una tasa de homicidios de 60 por cada 100.000 habitantes. La muerte y la agresión son comunes en ciertos sectores.

Hasta el presente, la mayor parte de los intentos de reducción del problema en Venezuela se han basado en la represión masiva e intensa. Entre 2009 y 2011 hubo un incremento de la encarcelación masiva de hombres jóvenes: la población de las prisiones aumentó de 30.483 a 50.000 privados de libertad en solo 4 años.

A su vez, desde el 2015, múltiples operativos policiales que buscan reprimir el crimen con “mano dura” han cometido numerosas violaciones a los derechos humanos. Solo en Caracas, el Monitor de Víctimas ha registrado 801 ejecuciones extrajudiciales desde el 2017 hasta la fecha.

Sin embargo, como lo reflejan los dibujos de los niños, Caracas y sobre todo las personas que viven en contextos de exclusión social, siguen a merced de la violencia.

Se trata de un problema que no puede abordarse con medidas represivas. La solución radica en el trabajo preventivo, de la mano de estrategias que usen datos para sustentar su eficacia.


La violencia urbana en Caracas

Las personas que más sufren las consecuencias de la violencia son las que viven en asentamientos urbanos no planificados, en un contexto de exclusión social. En estas zonas viven familias con poco acceso a servicios y recursos, lo que las coloca en una marcada situación de vulnerabilidad. Son familias como la de Ignacio, que buscan sobrevivir en un entorno de emergencia humanitaria compleja. 

En un principio, podría parecer que toda Caracas es igual de peligrosa. Sin embargo, cuando se analiza dónde ocurren los crímenes, se destaca que se concentran en puntos particulares y focales. Son zonas delimitadas, conocidas como hotspots. Si se sabe con precisión dónde ocurren los delitos, se puede también diseñar estrategias para prevenirlos, enfocándose en los sitios particulares.

Está comprobado que el enfoque preventivo es la clave para promover el desarrollo de todos los niños como Ignacio. Por esta razón, Caracas Mi Convive ha georreferenciado 1.967 muertes violentas ocurridas en el Área Metropolitana de Caracas, registradas por el Monitor de Víctimas, con el objetivo de generar un mapa de hotspots y saber dónde es necesario actuar con urgencia para proteger la vida de los caraqueños.

Mapa - Densidad de puntos de homicidios (250m) - Monitor de víctimas.

Ampliar para ver los puntos del resto de Caracas.

Los resultados de este mapa son contundentes: El 34% de los homicidios se concentran en solo 12 puntos de la ciudad. Si se enfocan estrategias y recursos en estos lugares, se podría tener un efecto masivo en los niveles de violencia de Caracas.

Puntos Calientes de Caracas:

Cota 905: El hogar de Ignacio
46 homicidios durante 2018

Propatria: Estación de Metro
56 homicidios durante 2018

Ciudad Tiuna, El Valle
33 homicidios durante 2018

Plaza Sucre
31 homicidios durante 2018

Av. Las Acacias
30 homicidios durante 2018

Carapita, Antímano
44 homicidios durante 2018

Barrio Zamora, El Valle
62 homicidios durante 2018

Los Jardines, El Valle
61 homicidios durante 2018

Mamera, Antímano
54 homicidios durante 2018

Las Mayas
69 homicidios durante 2018

Macarao: Las Adjuntas
47 homicidios durante 2018

Caricuao
33 homicidios durante 2018


Por los niños de Caracas

Tras dibujar “las culebras que matan gente”, Ignacio se reunió con el resto de sus amigos y comenzaron a jugar. Saltaron, gritaron y cantaron entre risas, lo cual, a nuestros ojos, es la mayor muestra de resiliencia que pueden tener.

Cuando les pedimos a los niños de la Cota 905 y El Cementerio que dibujaran libremente, reflejaron juegos, paisajes y mensajes de cariño y amor. La violencia quedó de lado.

Su capacidad de expresar alegría nos demuestra que pueden promover la paz en lugares que parecieran estar en guerra.

Si bien su situación actual es dolorosa, son ellos quienes definirán el futuro de las comunidades donde viven y el potencial que poseen es innegable. Son los niños quienes tienen la capacidad de transformar los puntos calientes (o hotspots) de Caracas en espacios de convivencia.

En tal sentido, el objetivo de Mi Convive es trabajar directamente con las comunidades más excluidas de Caracas, entendiendo la realidad que viven y promoviendo proyectos que busquen potenciar sus capacidades y prevenir la violencia.

El futuro de niños como Ignacio, depende de una aproximación diferente al problema, donde el compromiso y el liderazgo permitan el desarrollo de las comunidades excluidas.


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La Caracas de la convivencia es posible.

Autores: Coordinadora de Espacios: Oriana Medina Yssa, Coordinador de la Unidad de Conocimiento: Santiago García Zubillaga.